La visión artificial siempre ha jugado un papel importante en el mundo deportivo con ejemplos conocidos ya que la mayoría de los deportes implican movimientos rápidos y precisos, que resultan complicados de visualizar correctamente para la audiencia, y de analizar para los entrenadores. Además, no es posible monitorizar los movimientos mediante sensores y wearables, por lo que la visión artificial resulta una técnica no intrusiva muy adecuada.